
El reloj camina, a su lado, y recuerda cuando caminaba con él.
El reloj caminaba hace tiempo también. Quién pudiese pararlo en aquel beso, perfecto. Ojalá, pensó, se hubiese detenido en su risa. Quizás, sus ojos lo detuvieron más de una vez, pero, en ese caso, él también fue víctima de aquella pausa.
El tiempo pasó por sus manos, por sus labios, su cintura, y también pasó por su pelo. El tiempo pasó por ella y se la llevó.
Ahora queda él, con su no vida, insípida, y el tiempo da los pasos que él ya no puede dar.
El tiempo camina, y ojalá alguien pudiese hacerlo correr.

1 comentario:
Tiempo es lo que a mi me falta para estar contigo :)
Publicar un comentario